La cadena de frío es el sistema logístico que permite la preservación de productos sensibles a la temperatura en condiciones controladas desde su producción hasta su consumo final. Involucra almacenamiento, transporte y distribución bajo temperaturas específicas para garantizar la calidad y seguridad de los productos.
Aunque las normativas colombianas son de aplicación nacional, muchas de ellas están basadas en estándares internacionales. Estos estándares aseguran la preservación adecuada de productos sensibles a la temperatura desde su producción hasta el consumo final. La cadena de frío involucra almacenamiento, transporte y distribución con temperaturas específicas para garantizar la calidad y seguridad de productos como medicamentos y vacunas.
En Colombia, el Ministerio de Salud y Protección Social, junto con otras entidades, regula el manejo de la cadena de frío. Entre las normas más importantes destacan:
Cumplir con las normas es esencial para proteger la salud de los pacientes y evitar sanciones de los entes reguladores. En el sector salud, mantener la cadena de frío es vital para preservar la calidad de los productos farmacéuticos, vacunas y muestras biológicas.
La interrupción de la cadena de frío puede generar la pérdida de productos o, en el caso de las vacunas, hacerlas ineficaces. Esto pone en riesgo la salud pública. Las auditorías exigen registros detallados del manejo de la cadena de frío, lo que obliga a las instituciones a demostrar su cumplimiento.
El monitoreo automático de cadena de frío es una solución eficiente para cumplir con las normativas de manera constante. Estos sistemas permiten monitorear en tiempo real la temperatura de neveras, cuartos fríos, congeladores y ultracongeladores. Además, emiten alertas inmediatas cuando se detecta alguna desviación o falta de energía eléctrica.
Si, por ejemplo, una puerta de refrigerador queda abierta, el sistema de monitoreo enviará una alerta para que se corrija el problema. Esto evita la pérdida de productos y garantiza que se mantengan en condiciones óptimas. Además, estos sistemas optimizan el uso de energía al identificar equipos operando a temperaturas más bajas de lo necesario. (Ministerio de Salud y Protección Social, 2007).
Las normativas como el Decreto 677 de 1995 y la Resolución 4445 de 1996 requieren que las empresas mantengan registros detallados de las condiciones de almacenamiento y transporte de los productos refrigerados o congelados. Una solución de monitoreo automático almacena y organiza automáticamente estos datos, creando un historial detallado de la temperatura a lo largo del tiempo.
Los termómetros IoT conectados a internet, junto con una plataforma web, pueden desempeñar un papel crucial en la mejora de la trazabilidad y el cumplimiento de la normatividad vigente en la cadena de frío en Colombia.
Los sistemas automáticos de monitoreo de cadena de frío no solo aseguran la calidad de los productos, sino que también contribuyen al ahorro de energía y reducción de costos operativos. Estos sistemas permiten un control preciso de la temperatura, evitando que los equipos de refrigeración trabajen más de lo necesario.
Por ejemplo, cuando una nevera está configurada a una temperatura más baja de lo requerido, el sistema de monitoreo detecta esta desviación. Al notificar al personal, se puede ajustar la temperatura a un nivel óptimo, reduciendo el consumo de energía. De esta manera, se evita el desgaste excesivo de los equipos y se extiende su vida útil.
Además, estos sistemas envían alertas en tiempo real si la puerta de una nevera o congelador queda abierta por accidente. Esta intervención inmediata ayuda a corregir el problema antes de que el equipo consuma más energía para intentar mantener la temperatura adecuada.
El monitoreo continuo también permite identificar patrones de uso de energía, lo que facilita la optimización de procesos. Por ejemplo, las empresas pueden ajustar los ciclos de funcionamiento de los equipos de refrigeración, reduciendo costos en horas de menor actividad.
Finalmente, al evitar el deterioro de productos por fallas de temperatura, las empresas ahorran dinero al no tener que desechar medicamentos o vacunas dañados. Así, el sistema automático de monitoreo no solo protege los productos, sino que también mejora la eficiencia energética y reduce los costos asociados a la operación manual y a posibles pérdidas de inventario.
En caso de auditoría, los registros pueden ser fácilmente presentados a las autoridades. Así, se facilita el control y se evita el riesgo de sanciones.
El monitoreo automático de la cadena de frío garantiza no solo el cumplimiento normativo, sino también una mejora en la eficiencia operativa. Las alertas en tiempo real y el registro continuo de datos permiten que las empresas del sector salud mantengan la integridad de productos sensibles. En resumen, estos sistemas son una herramienta indispensable para las instituciones que gestionan productos refrigerados y congelados.
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